
El alfa solitario y su pareja stripper
—Lo siento, por todo. Su voz era sincera y su aliento embriagador rozó mi rostro, y retrocedà un paso tambaleándome. —Sé que te lastimé, aunque ciertamente no era mi intención, pero estoy tratando de protegerte.
—¿Protegerme de qué? —siseé.
—De mÃ. —dijo frÃamente. Me miró con furia. Finalmente, estaba provocado.
¿Me estás tomando el pelo? ¿Esa era su excusa? ¿En serio? Rodé los ojos y me levanté, con la mandÃbula apretada. —¿Puedes al menos intentar ser original?
—Nuru, no puedo estar contigo, no solo porque no es seguro para ti, en mi trabajo enfurezco a mucha gente —insistió, hablando lentamente. Sonaba molesto—... un tercio de esas personas quiere verme muerto, la mitad de ellos harÃa cualquier cosa para llegar a mà —incluso llegarÃan a lastimar a las personas que me importan. —Sacudió la cabeza con una mueca.
Me pregunté si no deberÃa tener miedo de que la gente quisiera lastimarme si continuaba estando cerca de Roman; en cambio, me sentÃa incómoda, la idea de alejarme de él me dolerÃa más. La idea de abandonar a Roman para siempre sin él me resultaba repulsiva. Me enfermaba. HabÃa una conexión entre nosotros que estaba segura solo se daba una vez en la vida. No lo dejarÃa por nada. Entonces, ¿por qué esto deberÃa ser diferente? Y una sonrisa curvó mis labios. HabÃa admitido que le importaba —no con tantas palabras, pero aún asà sentà una oleada de placer.
—No tuviste problema en estar con esa chica estúpida, Regina —murmuré, preguntándome cuánto de mi ansiedad podÃa leer. Cuánto de mis celos.
Su rostro se volvió frÃo, inexpresivo. —No puedes comparar esto, nosotros... con lo que compartà con...
—¿Protegerme de qué? —siseé.
—De mÃ. —dijo frÃamente. Me miró con furia. Finalmente, estaba provocado.
¿Me estás tomando el pelo? ¿Esa era su excusa? ¿En serio? Rodé los ojos y me levanté, con la mandÃbula apretada. —¿Puedes al menos intentar ser original?
—Nuru, no puedo estar contigo, no solo porque no es seguro para ti, en mi trabajo enfurezco a mucha gente —insistió, hablando lentamente. Sonaba molesto—... un tercio de esas personas quiere verme muerto, la mitad de ellos harÃa cualquier cosa para llegar a mà —incluso llegarÃan a lastimar a las personas que me importan. —Sacudió la cabeza con una mueca.
Me pregunté si no deberÃa tener miedo de que la gente quisiera lastimarme si continuaba estando cerca de Roman; en cambio, me sentÃa incómoda, la idea de alejarme de él me dolerÃa más. La idea de abandonar a Roman para siempre sin él me resultaba repulsiva. Me enfermaba. HabÃa una conexión entre nosotros que estaba segura solo se daba una vez en la vida. No lo dejarÃa por nada. Entonces, ¿por qué esto deberÃa ser diferente? Y una sonrisa curvó mis labios. HabÃa admitido que le importaba —no con tantas palabras, pero aún asà sentà una oleada de placer.
—No tuviste problema en estar con esa chica estúpida, Regina —murmuré, preguntándome cuánto de mi ansiedad podÃa leer. Cuánto de mis celos.
Su rostro se volvió frÃo, inexpresivo. —No puedes comparar esto, nosotros... con lo que compartà con...
Alfa
FantasÃa
Hombre lobo
Posesivo
Primer amor
Prohibido
Pueblo pequeño
Romance
Virgen