93

Emeriel se esforzó más. El bosque, tan familiar por una vida dedicada a cazar y recolectar para alimentar a él mismo y a Aekeira, era ahora su santuario y su arma.

El crujido de las ramas y el seco susurro de las hojas bajo sus pies marcaban su paso. Cada paso era un borrón frenético, dejando atrás...

Login to Unlock ChaptersPromotion