Capítulo 39: Confianza para contar

Bianca.

El amanecer entraba suave por las cortinas, bañando la habitación en tonos cálidos que apenas tocaban los muebles. Entre las sábanas revueltas, sentía su cuerpo junto al mío, la piel tibia, el brazo rodeándome como un escudo silencioso.

Estaba acurrucada en los brazos de Luca.

Su respira...