Ay dios mío

—Creí que merecía el castigo —susurro, más para mí que para ellos—. Yo también le fallé.

Lloran juntos un rato más; luego, cuando finalmente se separan, Helen  me mira con nuevos ojos. Se alisa el pelo y la camisa. Entonces, dice algo que me hace jurar no volver a beber.

—Una hija debería estar co...

Login to Unlock ChaptersPromotion