5- Regresa con tu Alfa

Fiorella Rossi.

La señora que me tendió una mano amiga mientras que mi propio esposo ni siquiera se conmovió en ir a buscarme,era Anne Zanetti,la tía de Alessandro.

Ella era una loba solitaria,su esposo había muerto a manos de una manada enemiga.

—Desconozco a mi sobrino,no es el chico dulce del que tengo recuerdos.

—Yo me iré,le agradezco su bondad,pero aquí no puedo quedar.

Ella insistió en que me quedara y no quise ser una carga.

Estaba decidida a volver a casa de mis padres,por un tiempo y trabajar para pagar con intereses todo ese dinero que se debía a la familia Zanetti.

—Una loba joven,en la calle,puede ser blanco fácil de los delincuentes.

—Le agradezco su hospitalidad,pero debo volver a casa.

La señora me dijo que Alessandro podía cambiar si yo me proponía.

—Vuelve con tu esposo,estoy segura que él sigue siendo un buen chico.

Le toqué sus mejillas arrugadas con mi mano,mientras le agradecía.

Ella me llevó a casa de mis padres,cuando mamá me vio pegó el grito al cielo.

— ¿Has peleado de nuevo con tú marido? — Gruñó mi madre y dando una mirada de fastidio agregó—. Ya es suficiente con lo que hizo tu hermana,debes volver con el Alfa Alessandro,no vaya a quitarnos su apoyo,¿no quieres que tu padre pierda la empresa?

— No,mamá.Jamás desearía eso. Así se me vaya la vida,le pagaré hasta el último centavo.

Las palabras de mi madre fueron hirientes,ella no deseaba vivir en la calle,a expensas de la caridad ajena.

Mamá me acusó de no amarlos,hasta llegó a decir que me olvidara de ellos si dejaba al Alfa.

—¿Cómo puedes decir eso? Yo los amo.

— Entonces trágate tu orgullo y vuelve con él,dale un hijo y verás que te tratará mejor.

Con la mirada baja,asentí en silencio y no me atreví a objetar.

Sequé mis lágrimas y me tragué mi dolor y mi orgullo.

— No te preocupes, mamá,volveré con mi esposo.

Ella me miró con fastidio y replicó:

— ¡Veté ya niña tonta!,¿qué esperas?

—Solo necesito que me devuelvas esa cadena que me heredó mi abuela.

—Supongo que tu hermana lo dejó en su joyero.

Mi madre fue de prisa a la habitación de Diana, me devolvió la cadena.

Mis manos estrecharon la antigua joya contra mi pecho mientras cerraba los ojos.

—Ya vete antes de que venga tu padre y se ponga de mal humor.

—¿Me puedes dar un abrazo,mamá?

Ella puso los ojos en blanco y suspiró de fastidio,yo la abracé y le dí un beso.

Se suponía que mi familia debería ser un refugio, un abrigo donde encontraría calor y consuelo, ¿no? Pero aquí estoy, deshecha en mil pedazos.

Pienso en Alessandro y me pregunto qué salió mal. ¿Por qué su desprecio me quema como una llama ardiente?

Alessandro, mi Alfa… el hombre al que he amado desde el primer día en que crucé miradas con él.

El odio que percibo en su mirar... No entiendo su razón. Mi hermana, sí, sé que fue ella quien lo humilló, quien sembró dudas en su corazón.

No es fácil,esta vida llena de desprecio que me ha tocado vivir.

Hasta mis propios padres me dieron la espalda desde que tengo uso de razón.

Cierta vez,mi padre me atravesó la cara de una sonora bofetada,porque insinué que ellos preferirían a Diana.

Amo a mi hermana,pero ella me lleva ventaja en todo y siempre ha sido la más hermosa, la más astuta.

Mientras que para ella Alessandro era un pasaporte a una vida llena de riquezas,yo si amo de manera genuina.

Mi amor por él es sincero, puro.

Todo lo que hice fue por él, por ganarme su confianza.

Nunca me imaginé que su rechazo sería tan contundente.

¿Por qué no puede ver lo que realmente soy? ¿Acaso mis sentimientos no importan? Lo amo con cada fibra de mi ser, y su desprecio me duele más que cualquier herida física.

Junto mis manos y juego con mis dedos,trato de negar mi realidad.

Y mis padres... ¿Por qué no me ayudan cuando más los necesito? Me siento abandonada entre este torbellino de emociones.

Me rechazan como si no fueran capaces de entender mi dolor. Me siento solitaria sin su apoyo.

Me pregunto si realmente me quieren. Ellos solo ven lo superficial, no se dan cuenta de la lucha interna que tengo.

La angustia de mi corazón desgarrado en mil pedazos, suplica ser escuchada.

Suspiro y sigo caminando de un lado a otro.

Alessandro, ¿alguna vez me amarás? ¿O moriré con esa expectativa?

En medio de todo ese desastre emocional apareció mi loba.

La ví con claridad tenía la forma de una loba blanca y me miraba con tristeza mientras yo le platicaba.

— “Solo quiero un poco de amor,¿es mucho pedir que alguien me ame”-.Ese pensamiento martilleaba mi cabeza.

En ese momento de profunda tristeza y desamparo, una suave brisa acarició mi rostro y pude sentir el alivio que me transmitía mi lobo.

Sentí su amor envolviéndome, recordando sus palabras de aliento y su mirada comprensiva.

—No resuelves nada llorando,regresa y demuéstrale que eres su Luna.

—El Alfa no me ama.

— Todavía no sabe que eres su alma gemela.— Insistió mi lobo.

En ese instante, comprendí que no estaba completamente sola, que su amor aún me acompañaba.

Con el corazón algo más tranquilo,decidí volver a la manada.

No entendía porque el destino se empeñaba en devolverme a su lado.

Alessandro no se merecía mi amor,antes de volver a mi prisión emocional,toqué la puerta de esa amable señora.

A veces para entender el presente hay que estudiar el pasado. Ella me habló de que la madre de Alessandro murió muy joven.

Él apenas siendo un niño,tuvo que crecer al lado de su padre,un hombre con corazón de hierro.

Nunca le permitió ninguna debilidad;al futuro Alfa,las lágrimas para él estaban prohibidas.

Muchas veces cuando el Alfa lo castigaba,Alessandro cruzaba la calle buscando el consuelo de la tía Anne.

—No le digas que me has visto,yo me desligué de la manada hace mucho tiempo.

—No se lo diré para que no se sienta vulnerable,pero venga una tarde de estas a visitarme.

Ella se negó,me dijo que el recuerdo de su gran amor le hacía compañía.

—Yo conocí el amor pleno,ese que te llena por completo,busca mi sobrino,sé que lo amas de verdad.

El amor pleno,esa frase estalló en mi cabeza,¿qué sabe Alessandro de amor?

Hasta ahora a su lado solo he recibido desprecio y sufrimiento.

Dispuesta a encontrar ese espacio donde ser felíz a pesar de las actitudes del Alfa.

Cada paso que me acerca a la mansión lo doy con la convicción que soy fuerte y si él es mi alma gemela,tendré su amor.

Me disponía a tocar la puerta,mi mano quedó en el aire.

Alessandro me miró sin rastro de enojo,lo observé y le dije:

—No,todos los Zanetti son iguales,la tía Anne que vive al cruzar la calle me acogió en su casa.

—¿De qué hablas,tía Anne murió cuando yo era un niño?

Entendí porque la dulce abuela me pidió que no la mencionara.

“Yo,y mi gran boca.“

Nos miramos en silencio,no seré yo quien hable primero. No estoy dispuesta a ser su alfombra, el Alfa debe aprender a ser respetuoso.

Previous Chapter
Next Chapter