Arturo

Seguía en esa banca.

El vestido aún húmedo de sangre se pegaba a mi piel, ya no me dolía el cuerpo… me dolía el alma. No sabía si estaba dormida con los ojos abiertos o simplemente flotando entre la angustia y el silencio. Había dejado de llorar hacía rato, pero mis ojos seguían ardiendo. Me dolían...

Login to Unlock ChaptersPromotion