33.

El sol se colaba por el gran ventanal que toda la noche se había quedado abierto. El cantar alegre de las aves se escuchaba, quizás, más armoniosamente que otros días, y ambos sabían cuál era la razón de ello.

—Buenos días, mi musa — saludaba Cedric animadamente mientras apreciaba con todo su coraz...

Login to Unlock ChaptersPromotion