TU AYUDA

Capítulo 38

Lo besé.

Por supuesto que lo hice. Sin pensarlo, sin medir las consecuencias. Fue como si todo dentro de mí hubiera gritado que ese era su lugar, justo ahí, entre sus labios. Estar cerca de Fernando me derrumbó las defensas. Mi corazón lo reconocía, aunque mi mente suplicara que retroce...