CAPITULO 3

El sal贸n principal del Castillo del Rey Alfa Ulrich estaba lleno de vida y movimiento, con el pueblo del reino celebrando extasiado la victoria contra el temible Alfa Gray y la noticia del embarazo de la Luna, Lyra. Ulrich estaba sentado junto a Lyra en un trono adornado, observando con una mirada serena y orgullosa mientras su pueblo bailaba y festejaba al ritmo de m煤sica festiva que resonaba en las paredes de piedra del sal贸n.

Ulrich se volvi贸 hacia Lyra, su mirada ardiente rebosante de amor y admiraci贸n por la mujer a su lado. "Lyra", comenz贸 suavemente, "hay algo que me gustar铆a mostrarte".

Una sonrisa ilumin贸 el rostro de Lyra mientras se volv铆a hacia Ulrich. "Por supuesto, mi Rey. 驴Qu茅 es?"

Ulrich extendi贸 la mano hacia Lyra, y juntos se levantaron del trono, dejando el sal贸n principal en direcci贸n a las paredes donde colgaban las pieles de los alfas derrotados por Ulrich en batalla. Se detuvieron frente a la piel plateada del Alfa Gray, que pend铆a imponente entre las dem谩s. Ulrich observ贸 la piel con una expresi贸n pensativa.

"De todos los trofeos que traje a casa, esta piel fue la m谩s esperada", confes贸 a Lyra.

Lyra estudi贸 la piel de Gray por un momento antes de volver su mirada hacia Ulrich, curiosa. "驴Por qu茅 esta en particular?"

Ulrich se volvi贸 hacia Lyra, su expresi贸n seria suaviz谩ndose un poco con un toque de melancol铆a en los ojos.

"Porque, mi querida, fue la 煤nica piel que me proporcion贸 cierto placer traer a casa", explic贸 茅l, con un tono de voz cargado de memorias sombr铆as.

Lyra mir贸 a Ulrich, comprendiendo la gravedad detr谩s de sus palabras. Sab铆a que cada piel representaba una batalla ardua, un desaf铆o enfrentado y una victoria conquistada, pero tambi茅n llevaba consigo el peso de las vidas perdidas, de las historias interrumpidas.

Luego, Lyra dio unos pasos hacia una enorme piel de lobo rojo, que destacaba entre las dem谩s. Ulrich la sigui贸, observ谩ndola con atenci贸n mientras se deten铆a frente a la piel.

"Este es el alfa Crimson de la manada Firestorm", dijo Ulrich, se帽alando la piel roja con un gesto solemne.

Lyra mir贸 la piel de Crimson, sus recuerdos mezcl谩ndose con el dolor de la p茅rdida. Firestorm era su antigua manada, el lugar donde creci贸 y aprendi贸 los caminos de los lobos. Crimson era su alfa, un l铆der al que una vez sigui贸 con devoci贸n y lealtad.

"Firestorm... Crimson...", susurr贸 ella, su voz cargada de emoci贸n y nostalgia.

Ulrich not贸 la expresi贸n de Lyra, la tristeza que atraves贸 su rostro, y se acerc贸 a ella.

"驴Extra帽as a Crimson? 驴O tal vez a la manada?", pregunt贸 茅l, seriamente.

Lyra respir贸 hondo, luchando por contener las emociones que amenazaban con desbordarse. Luego se volvi贸 hacia Ulrich, sus ojos encontrando los suyos.

"No, no los extra帽o", respondi贸 ella lentamente, "Estoy agradecida por la vida que me has dado, por nuestro reino y por nuestro hijo. No hay lugar para la nostalgia cuando estoy contigo, mi rey".

Ulrich sostuvo el rostro de Lyra entre sus manos, su mirada transmitiendo una mezcla de preocupaci贸n y ternura.

"Me alegra que digas eso", murmur贸 suavemente, acariciando su mejilla con el pulgar.

Entonces, Lyra dej贸 escapar un suspiro cansado y puso la mano en su vientre, una expresi贸n de malestar pasando por su rostro.

"No me siento muy bien. Creo que voy a descansar un poco", dijo ella con una leve sonrisa.

Ulrich asinti贸, la preocupaci贸n brillando en sus ojos dorados.

"Por supuesto, mi querida. Te acompa帽ar茅 a mis aposentos", respondi贸 茅l, ofreci茅ndole el brazo para apoyarla.

Juntos, salieron del sal贸n principal, dejando atr谩s las celebraciones y los murmullos de la fiesta mientras se dirig铆an a la habitaci贸n.


Ulrich estaba inmerso en un sue帽o inquieto cuando los sue帽os oscuros lo envolvieron. Se encontraba en las llanuras del Valle de Colmillo de Plata, rodeado por la manada que hab铆a derrotado implacablemente. Pero esta vez, no hab铆a batalla, solo la mirada acusadora de los lobos que lo rodeaban. En el centro de la multitud, apareci贸 Gaia, la Pira que hab铆a enfrentado en la batalla.

Los ojos de Ulrich se estrecharon al ver acercarse a Gaia, consciente de que este encuentro en los confines de sus sue帽os no ser铆a tranquilo.

"Ignoraste las advertencias del destino, Ulrich", su voz reson贸 a su alrededor, cargada de una autoridad trascendente. "Ahora es hora de enfrentar las consecuencias de tus actos".

"No me importan tus profec铆as", declar贸 Ulrich, levantando el ment贸n desafiante.

Una sonrisa enigm谩tica curv贸 los labios de Gaia.

"Te importar谩n, Ulrich. Te importar谩n cuando despiertes", respondi贸 ella, sus ojos centelleando con una promesa sombr铆a.

Ulrich enfrent贸 a Gaia con determinaci贸n, su postura erguida y su expresi贸n implacable.

"Las palabras de un muerto no tienen poder sobre m铆", replic贸 firmemente.

Antes de que Ulrich pudiera reaccionar, Gaia avanz贸 hacia 茅l con una ferocidad impresionante. Instintivamente, Ulrich agarr贸 la daga que reposaba en su vaina y la blandi贸 contra Gaia, tratando de protegerse del inminente ataque.

El sonido de metal contra metal reson贸 en el aire cuando la daga de Ulrich encontr贸 el vientre de Gaia, y un grito reson贸 en la noche antes de que Ulrich despertara bruscamente, su coraz贸n latiendo descontroladamente.

Los ojos de Ulrich se abrieron a la realidad, encontrando a Lyra frente a 茅l, sus ojos abiertos de par en par por el shock y la sorpresa. Parpade贸 varias veces, tratando de asimilar lo que hab铆a sucedido mientras el calor del combate a煤n lat铆a en sus venas.

"驴Qu茅... qu茅 pas贸?" Su voz sali贸 ronca e incierta mientras trataba de orientarse.

Lyra baj贸 la mano hacia su propio vientre, y fue entonces cuando Ulrich se dio cuenta de que la daga que empu帽aba en su sue帽o ahora estaba ensangrentada, clavada en el cuerpo de Lyra.

Un escalofr铆o recorri贸 la espalda de Ulrich cuando la cruel realidad de lo que hab铆a hecho lo golpe贸 con toda su fuerza. Solt贸 la daga como si estuviera ardiendo y sostuvo el rostro de Lyra con manos temblorosas, sus ojos llenos de desesperaci贸n y remordimiento.

"Tranquil铆zate, Lyra", suplic贸, su voz llena de angustia. "Voy a buscar ayuda. Esto no fue real, fue solo una pesadilla..."

Lyra mir贸 a Ulrich, su rostro una m谩scara de shock y preocupaci贸n, pero tambi茅n de compasi贸n. Puso una mano gentil sobre la de 茅l, transmitiendo una sensaci贸n de consuelo.

"Es demasiado tarde", susurr贸 con voz d茅bil.

Ulrich sostuvo el rostro de Lyra con manos temblorosas, su coraz贸n roto por la idea de haber herido a la mujer que llevaba a su heredero.

"Nunca quise hacerte da帽o, Lyra. Nunca", susurr贸, sus palabras cargadas de remordimiento.

Lyra le sonri贸 gentilmente, su expresi贸n radiante de perd贸n y comprensi贸n. "Lo s茅, mi rey. Lo s茅".

Entonces, como si las fuerzas la abandonaran, Lyra se desplom贸 en los brazos de Ulrich, la vida abandon谩ndola por la daga que 茅l inadvertidamente hab铆a lanzado contra ella mientras dorm铆a.

Ulrich se qued贸 all铆, aturdido y horrorizado, sosteniendo el cuerpo inerte de su Luna, lamentando amargamente el tr谩gico desenlace de sus sue帽os.

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