Capítulo 32

ALEX KLEIN.

El juego que se desencadenó entre hombres y mujeres dejó boquiabierta a la multitud y, de cierta manera, me dejó con el alma entre las manos. No estábamos jugando a luchitas inofensivas en el jardín; estábamos presenciando la preparación de espadas y armamentos, la inminencia de un confl...

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