Capítulo 68. Mercenarios

En Santiago

—¡Gracias, mi vida, por tu comprensión! —Susurró Yves, rozando sus labios con el pecho de este y el cual acariciaba por dentro de su camisa desabotonada.

—No te comenté nada de esto antes, porque andábamos muy preocupados con el asunto de los vómitos, por el embarazo de Abryl —aseg...

Login to Unlock ChaptersPromotion