Amable y compasiva, Rosalia Amabella, preferiblemente Rose, era solo una mujer curvilínea bendecida con una apariencia cautivadora y la habilidad de hornear y cocinar. Solo se suponía que debía cerrar la panadería hasta que un dios griego borracho y confundido tropezó en su tienda.

Cristiano Rossi, el infame y atractivo hermano de un notorio líder de la mafia. Era un apuesto hombre de negocios durante el día, pero un peligroso y poderoso boxeador clandestino por la noche.

Después de pasar una larga y agitada noche en un café con una mujer que apenas conocía, el jugador no esperaba volver a encontrarse con ella, especialmente pidiendo ayuda en un callejón frío y brumoso donde acababa de cometer un asesinato.

Salvar damiselas en apuros tampoco era algo que Cristiano pensara que terminaría haciendo, o incluso convertirse en compañero de cuarto de una mujer atractiva para mantenerla a salvo.

Cuatro chicos encantadores, un loft rústico sobre un ring de boxeo, una mujer irresistible, secretos ilegales, algunas chispas de amor y unos cuantos enemigos: ¿Qué podría salir mal?


El deseo de Cristiano

"¡Oh, por Dios!"
Con enojo, me levanté, me limpié antes de tirar de la cadena y bajé las escaleras furiosa, entrando en la sala con rabia.
"¿Quién demonios orinó en el asiento?"
Giraron la cabeza y todos me miraron inocentemente.
"Yo no fui."
"Yo tampoco."
"No fui yo."
"Jamás podría ser yo."
Rodé l...

"¡Oh, por Dios!" 
Con enojo, me levanté, me limpié antes de tirar de la cadena y bajé las escaleras furiosa, entrando en la sala con rabia.
"¿Quién demonios orinó en el asiento?"
Giraron la cabeza y todos me miraron inocentemente.
"Yo no fui."
"Yo tampoco."
"No fui yo."
"Jamás podría ser yo."
Rodé l...

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