Recogiendo piezas

NOELLE'S POV

Julias y yo esperamos durante horas a que Roan regrese. Ya es medianoche cuando finalmente escuchamos la puerta. Roan entra todo ensangrentado y con una expresión triste y cansada en su rostro.

—Estás sangrando —digo sorprendida.

Él gruñe—. No es nada, solo necesito dormir un poco y luego volver al pueblo.

Camino hacia él y examino los cortes en sus brazos y pecho.

—Necesitamos al menos limpiar tus heridas para asegurarnos de que no se infecten. Vamos, vamos a ponerte en el sofá para que pueda ayudarte.

Roan camina hacia el sofá y se sienta. Le digo a Julias que traiga algunas vendas y alcohol.

—Necesitas quitarte la ropa para que pueda examinar todas las heridas. Déjame ayudarte —ordeno.

Le quito la camisa y los pantalones hasta que solo queda en ropa interior. Si las circunstancias fueran diferentes, me habría puesto tímida al ver un cuerpo tan hermoso expuesto.

Julias regresa con los suministros y empiezo a limpiar las heridas de Roan.

Julias se sienta junto a Roan y pregunta:

—¿Qué pasó, Roan?

Roan suspira y dice:

—Un tritón vino al castillo diciendo que el pueblo occidental está bajo ataque. Fui allí lo más rápido que pude, pero ya era demasiado tarde. Fue un ataque de demonios, ya habían quemado algunos edificios cuando llegué. Maté a los demonios, pero aún así, murieron 5 personas.

Una lágrima rueda por su mejilla mientras habla de ello. Julias pone su mano en el hombro de Roan y dice:

—No es tu culpa. Los demonios de Hella nunca vienen al reino del mar. ¿Tienes alguna idea de lo que está pasando?

Roan lo mira con una expresión de enojo en sus ojos y gruñe:

—No, no lo sé, pero seguro que lo averiguaré.

Mientras tanto, terminé de cuidar sus heridas.

—Así que ya estás listo, solo necesitas descansar ahora —digo.

Roan me mira agradecido:

—Muchas gracias, no tengo idea de por qué estás siendo tan amable conmigo cuando he sido un idiota.

Me levanto y digo:

—Nunca me quedaría de brazos cruzados cuando alguien necesita ayuda.

Por alguna razón, esas palabras lo hacen estremecerse aunque no sé por qué. Roan y yo seguimos mirándonos por un rato.

Entonces Julias tose para llamar la atención:

—Hay algo más, Roan. Hoy descubrimos que Noelle puede hacer magia de agua. No solo una magia simple, sino una magia realmente poderosa. Necesitas entrenarla lo antes posible antes de que lastime a alguien.

Roan no parece sorprendido en absoluto:

—Mmm, tienes razón, el entrenamiento es importante. Sin embargo, tengo que ir al pueblo occidental para ayudar a la gente a recuperarse. ¿Tal vez podamos entrenar tarde en la noche cuando regrese? —pregunta.

Respondo—. O podría ir contigo al pueblo para ayudar, así terminas más rápido.

Él se levanta y dice:

—Esa es una idea aún mejor. Asegúrate de estar lista a las 5:30 en punto. Será mejor que vaya a dormir ahora. Buenas noches.

Decido que también será mejor irme a la cama, así que abrazo a Julias y me voy a mi habitación.

(ROAN SU PERSPECTIVA)

Roan está tratando de dormir, pero las imágenes de personas quemándose vivas siguen apareciendo en su conciencia. Está dando vueltas cuando escucha una voz que viene de su espejo:

—Roan querido, ven a hablar.

Cuando Roan camina hacia el espejo, ve el rostro de Hella. Debe estar usándolo como un portal a través de la magia. La mira enojado y dice:

—¿Qué demonios están haciendo tus demonios en mis fronteras?

Hella lo mira divertida y responde:

—Solo un pequeño recordatorio, querido. Escuché que finalmente encontraste al último heredero de las brujas. Solo quería asegurarme de que no te olvidaras de mí y de nuestro pequeño trato, por supuesto.

Roan gruñe:

—Por supuesto, cómo podría olvidar lo que me atormenta todos los días. Pero hoy murieron personas, no tenías derecho.

Hella se muestra un poco disgustada y gruñe:

—Cuida tu tono, no olvides tu lugar. Puedo hacer mucho peor que el ataque de hoy y lo sabes. En cuanto a esas personas que murieron por el bien mayor, no hay nada más honorable. Me temo que tengo que irme ahora, pero te estaré observando.

Lo único que Roan ve en el espejo ahora es a sí mismo. Su imagen le hace sentir asco. Tiene tanta ira dentro de él que lanza los muebles, rasga su ropa y desarma su cama. Cuando termina de destrozar la habitación, se sienta en una esquina enrollado como una oruga y llora. No hace falta decir que no durmió el resto de la noche.

Previous Chapter
Next Chapter