Capítulo 88 Isabella, déjate claro

Ambos jadeaban, claramente enojados.

—¡Muévete! —Isabella, con la cara roja, lo empujó, tratando de hacerlo ceder.

Frederick simplemente se quedó allí, sintiendo como si un gato le arañara el pecho. —¡Cálmate!

—¡Si no te mueves, gritaré pidiendo ayuda! ¡Eres un acosador, aléjate! —Isabella forcej...

Login to Unlock ChaptersPromotion