Capítulo 30 Es tuyo

Isabella miró el coche de lujo frente a ella, sintiendo una ola de presión que la hizo tartamudear.

Este coche debe ser increíblemente caro. Si lo rayaba o abollaba, nunca podría pagar por los daños.

—¿Sabes conducir, verdad? —Sebastián levantó una ceja.

—He aprendido, pero no he conducido mucho ...

Login to Unlock ChaptersPromotion