



3
Punto de vista de Lycian:
En mi oficina, escuchando a mi Beta Jace y a mi padre discutir sobre cĂłmo destruir finalmente la Manada de la Luna de Piedra. Estoy seriamente aburrido; una de las lobas de la manada me está esperando en mi habitaciĂłn de invitados. No puedo esperar para estar dentro de ella. Lo que deberĂa estar haciendo es enfocarme en encontrar a mi compañera para que nuestra manada sea más fuerte que la Manada de la Luna de Piedra. Requiem tampoco ha encontrado a su compañera. Mi padre y el Beta parecen pensar que ahora serĂa el momento perfecto para atacar y acabar con toda la manada. Creen que soy mayor que Ă©l y tengo más experiencia dirigiendo una manada. Será una presa fácil. Olvidan que yo tampoco tengo compañera.
—Está bien, chicos, no vamos a la guerra —dije, interrumpiendo sus planes.
—¡¿QUÉ?! —dijeron mi padre y Jace al unĂsono.
—Voy a enviarle un desafĂo formal por su manada. Será una lucha a muerte —dije con indiferencia.
—¿Y si no acepta? —preguntó mi padre.
—Tendrá que hacerlo. Le dejaré claro que, si no, toda su manada será masacrada —dije.
—¿Por qué no simplemente atacamos, sin toda esta mierda formal? —preguntó Jace.
—Estoy de acuerdo con Jace en eso —dijo mi padre.
—Porque habrá pérdidas en ambos lados. Más de su gente que de la nuestra, pero una pérdida al fin y al cabo. Y si quiero gobernar a esta gente, necesito que no me odien —dije.
—Eso es parte de ser un Alfa. Hijo, la gente que gobiernas te odiará en algún momento. Es lo que es —dijo mi padre.
—Pero no tiene que ser asĂ. No quiero que mi gente me odie. En mi opiniĂłn, el odio equivale a rebeliĂłn —dije.
—Eres tan sabio como lo era tu madre —dijo con una pequeña sonrisa triste.
—Está bien, enviarĂ© un desafĂo oficial y esperaremos una respuesta —dijo Jace.
—No, lo entregarás en persona. Y esperarás a que él responda y me traerás la respuesta —dije.
—¿Pero quĂ© pasa si tarda dĂas en responder? —preguntĂł Jace.
—Entonces vuelve cuando lo haga. Ya sea que diga sà o no. De cualquier manera, no vuelvas aquà hasta que tengas una respuesta —dije.
—Maldita sea, eso es duro, hijo. Jace podrĂa estar allĂ durante dĂas —dijo mi padre.
—Jace no tiene que quedarse en la manada si Requiem no lo aloja. Puede dormir donde sea, no me importa. Siempre y cuando vuelva con una respuesta —dije.
Y con eso, me fui a follar a la mujer que me estaba esperando. Una vez, mi padre me preguntĂł por quĂ© no las tenĂa en mi habitaciĂłn. Le dije que mi dormitorio es solo para mi compañera. A medida que me acercaba a la habitaciĂłn de invitados en mi piso, olĂ a la mujer. Mierda, ni siquiera sĂ© su nombre, empezĂł la diversiĂłn sin mĂ. Caminando todo el camino, su aroma me golpeĂł fuerte. Está en celo, y huele lo suficientemente bien como para comĂ©rsela. Entonces me di cuenta de que si está en celo, debe tener un compañero en algĂşn lugar.
No me acuesto con mujeres que tienen compañero. Porque tendrĂa que matar a ese compañero y, siendo que estoy mal al acostarme con ella, no serĂa una buena imagen. AsĂ que tiendo a acostarme con lobas que no tienen compañero. Y por supuesto, no me acuesto con mujeres que están en celo. Mi semilla es para que la lleve mi compañera, no alguna zorra al azar. No, no permitirĂ© que una de estas mujeres me atrape para hacerla mi Luna.
—¿DĂłnde está tu compañero? —preguntĂ© mientras ella seguĂa masturbándose.
—No tengo uno. Murió hace mucho tiempo —respondió, sin sacar los dedos de su coño.
—Bueno, no me acuesto con mujeres que están en celo, asĂ que te dejarĂ© terminar sola. Vete en diez minutos —dije mientras salĂa de la habitaciĂłn.
Hay una reuniĂłn de la junta mañana, y con la prĂłxima pelea, o posible guerra, necesito desahogarme. Un buen revolcĂłn en las sábanas habrĂa sido la mejor manera de hacerlo, pero tengo que conformarme con una transformaciĂłn y una cacerĂa. Diosa, la tierra se siente tan bien bajo mis patas, me mantengo en control, corriendo todo el camino hasta mi cabaña privada que está al borde de un lago. Me siento en mi lugar favorito, pensando en cĂłmo cambiará mi vida una vez que encuentre a mi compañera. No me malinterpreten. Me gusta ser soltero, pero mi lobo Lucifer quiere finalmente tener compañera. Ha estado esperando a nuestra compañera durante diecinueve años. Con suerte, una vez que finalmente mate al Alfa Requiem, encontrarĂ© a mi compañera.
El sonido del agua me calma; este es el lugar donde reclamarĂ© y marcarĂ© a mi compañera. Me pregunto cĂłmo se verá. ÂżTendrá pechos pequeños, un trasero grande, o tendrá curvas por dĂas? No me importa si es virgen o no, solo necesito que sea hermosa, amorosa y estĂ© lista para cumplir todos mis deseos. Espero que Requiem acepte mi desafĂo para que podamos terminar con todo este drama de una vez por todas. Es gracioso. Nunca lo conocĂ, ni sĂ© mucho sobre por quĂ© nuestras manadas se odian. BusquĂ© en todos los archivos de nuestra manada para averiguar la fuente, incluso la razĂłn por la que nos odiamos. Pero no pude encontrar nada, nada de nada.
¿Cómo pueden dos manadas tener tanto odio entre sà y no tener pruebas de la razón? Debe haber una razón. Tiene que estar escrita en algún lugar. No tiene sentido que tanta gente haya muerto por una causa que no tengo idea de cuál es. Me pregunto si Requiem sabe la razón. O si él también está siguiendo ciegamente una tradición mortal como yo.