Capítulo 38: Matar dragones

Zelena.

Uf, eso fue suerte.

—Vale, vamos a Sephora —dijo Nat alegremente.

Gunner caminó hacia la puerta y Nat y yo fuimos a pagar nuestras cosas.

—¿Encontraste algo? —susurró,

—Claro que sí —me reí en voz baja.

—Aquí tienen, señoritas —dijo la mujer en la caja entregándonos nuestras bolsas.

Caminam...