130: Desconocidos predestinados.

Perspectiva de Zion

Entrando en la enfermería para ver cómo estaba Aife, lo último que pensé que haría era derrumbarme como un niño y llorar en sus brazos.

Nunca había sido un hombre que temiera mostrar sus emociones, pero últimamente, temía que las emociones pudieran ser vistas como una debil...

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