



Capítulo 6 Poner fin a este ridículo matrimonio
Pearl se despertó en una habitación blanca y estéril, con el olor a desinfectante llenando su nariz. Parpadeó, tratando de entender su entorno. Un hospital. ¿Cómo había terminado allí? Lentamente, los recuerdos volvieron: esas vigas de acero cayendo en el sitio de construcción, golpeándola antes de que pudiera apartarse.
—¿Estás despierta? —La voz de Queenie cortó sus pensamientos. La miraba con preocupación.
—¿Qué me pasó? —La voz de Pearl estaba un poco ronca.
—Tuviste un accidente en el sitio y te lastimaste. Pero no te preocupes, el doctor dijo que no es nada grave, solo una leve conmoción. Necesitas descansar un tiempo —explicó Queenie suavemente.
Pearl asintió. Una conmoción, eso explicaba el dolor de cabeza punzante. Movió su cuerpo con cautela, sintiendo incomodidad solo en la cabeza.
—¿Oscar lo sabe? —Dudó antes de preguntar.
La expresión de Queenie cambió sutilmente mientras apartaba la mirada de Pearl. —El señor Brown sabe que tuviste un accidente.
Una ola de inquietud invadió a Pearl. Recordó el momento antes de perder el conocimiento; la figura de Oscar no se veía por ningún lado.
—¿Dónde está él? —La voz de Pearl se elevó involuntariamente un poco.
—Ahora está con Haley —dijo Queenie en voz baja, casi con desgana.
¡Haley! Un dolor agudo apuñaló el corazón de Pearl. Había escuchado rumores sobre Oscar y Haley, pero eligió creer que solo eran habladurías de los medios. Ahora, la realidad la golpeaba duramente en la cara.
—¿Cómo pudo? —La voz de Pearl temblaba—. Yo soy su...
Queenie permaneció en silencio, solo sosteniendo la mano de Pearl, ofreciendo un leve consuelo.
Pearl cerró los ojos, llena de decepción y rabia. Una vez pensó que ella y Oscar estaban enamorados, pero ahora parecía que estaba equivocada. Había sacrificado tanto por él, incluso supervisando el sitio de construcción ella misma para asegurar que su proyecto fuera bien. ¿Y dónde estaba él cuando más lo necesitaba? Con otra mujer.
Finalmente tomó una decisión. Iba a terminar con este matrimonio ridículo. No necesitaba un esposo que tuviera a otra en su corazón.