CAPÍTULO 41 Una advertencia

Joy

Cristos y yo salimos de la casa de Dom con los brazos entrelazados, luchando contra el impulso de reír. Necesitaba parecer débil, aunque en realidad se necesitaba más que eso para hacerme llorar.

—¿Mi coche o el tuyo? —preguntó Cristos. Mi coche estaba estacionado justo frente al de Bo, así...

Login to Unlock ChaptersPromotion