CAPÍTULO 11 PARTE 2

Inhalé hondo antes de entrar a la enorme casa de Francesco. Tenía que tener autocontrol para poder observarlo a la cara.

—¿Dónde está el Don? —le pregunté al guardia que me traía.

—Aquí estoy amore mio.

Salió de repente de un pasillo de la derecha. Cargaba una sonrisa de oreja a oreja que odie...