15. Destruir el tesoro del corazón (parte 2)

De hecho, la chica de ojos marrones estaba derramando lágrimas, con el cabello suelto y en espiral sobre el suelo blanco del comedor. Sus manos cubrían su rostro mientras los sollozos y lamentos resonaban en el aire. Con la cabeza baja, se arrastró hacia el señor Dumplay, usando el respaldo de la si...