Capítulo noventa y ocho

AMELIA

A primera hora de la mañana siguiente, estaba en la oficina del alcalde. Estaba tan emocionada de estar allí, esperando que comenzáramos de inmediato los preparativos para el proyecto anual.

—Él la está esperando —dijo la secretaria en cuanto me presenté—. Por favor, pase a su oficina. Él e...