Capítulo treinta y dos

—Te lo diré, pero primero necesito una taza de té caliente —dijo él mirando a Mary.

—Está bien, dame un minuto —Bella rápidamente le preparó una taza de té de chocolate caliente y se la entregó. Se sentó en una silla mirando al asistente que sorbía el té lentamente.

—Te escucho —dijo ella.

—Los ...