Capítulo 4- La leyenda

Grace POV

Este hombre con una voz áspera pero melodiosa parecía alguien que había conocido desde siempre. Algo en el fondo de mi mente me decía que conocía a este hombre. Me miraba intensamente a los ojos, sin romper el contacto visual conmigo.

—Mi nombre es Clay. Soy el hermano de Rose.

Su voz me envolvía. Cuando la escuché por primera vez, me relajó y ahora hacía exactamente eso. Me calmaba para que pudiera concentrarme en lo que quería decir. Excepto que me di cuenta de que realmente no sabía por dónde empezar con mis preguntas. Decidí que simplemente me quedaría con él por ahora.

—¿Cómo es que nunca te he conocido?— Yo era la mejor amiga de Rose. Sin embargo, nunca íbamos a su casa y nunca había conocido a sus padres. Pero seguramente, ella habría mencionado a su hermano.

—Soy cuatro años mayor que tú y Rose, y a menudo me mantenía al margen.

Bueno, eso tiene sentido entonces. No tenía hermanos, pero parecía extraño que en 15 años Rose nunca hubiera mencionado a su hermano. Pero de nuevo, ella realmente no hablaba de su familia. Lo cual nunca me pareció raro hasta ahora, cuando estaba conociendo a este hombre apuesto frente a mí.

Me tomé un momento para observarlo detenidamente. Llevaba unos pantalones deportivos sueltos y una camiseta blanca que se ajustaba en todos los lugares correctos. Parecía un dios griego en lugar de solo el hermano de mi mejor amiga. Su cabello era oscuro y cortado de manera militar. Sus ojos eran de un azul grisáceo que parecía atravesarme. Su piel era oliva, igual que la de mi mejor amiga. Mirando su nariz y boca, podía decir que eran hermanos. La mayor diferencia era la altura. Mientras que Rose era baja, Clay parecía más alto que el hombre promedio, y ciertamente tenía más músculos de los que había visto jamás.

—Oh— dije, pensando en cuál sería mi próxima pregunta. —¿A qué te dedicas?— Esto parecía ser lo más común que se dice a alguien que acabas de conocer. Así que pensé, ¿por qué no empezar por ahí?

—Estoy en el negocio familiar.

Vago. Pero tal vez entendería más después de que me explicaran qué demonios estaba pasando.

Respiro hondo mientras trato de entender qué pasó con mi mañana.

—Fui a trabajar. Día normal. Tomé café. Los frascos de sangre y la cosa plateada. Eso me hizo sentir como si estuviera loca.

Ambos hermanos me miraron confundidos, pero se quedaron callados mientras yo avanzaba con la mañana.

—Fui a decirle a Ashley que me iba a ir. La escuché hablando con el tipo del ratón. Ella hablaba sobre la luna llena y eliminar a los hombres lobo.

Escuché un jadeo y me detuve.

—Eso no tiene sentido— Clay me miró. —La luna llena es esta semana. Y somos más poderosos durante la luna llena.

—Sí, pero tal vez ella también lo sea— preguntó Rose. Estaban comenzando a tener su propia conversación.

—Dijo que tenían al lobo dorado y que ganarían con ella.

Interrumpí su conversación porque necesitaba respuestas ahora más que ellos.

—Pero no tienen al lobo dorado— Rose me guiñó un ojo. Todavía estaba confundida, pero Rose parecía pensar que estaba empezando a entender.

—Bueno, no sé sobre eso. Nunca he visto un lobo ahí adentro— la miré con toda seriedad en mi tono. —Y luego descubrieron que estaba espiando y me persiguieron. Fue entonces cuando corrí a la cafetería para esconderme.

—¡Y usé mis increíbles habilidades para protegerte!— Rose terminó por mí. Entonces recordé cómo su mano había cambiado y lo fuerte que había sido cuando me agarró y me dijo que corriera.

—¿Cómo cambiaste tu mano?— le pregunté.

Clay interrumpió a Rose con una respuesta.

—Quiero contarte una vieja leyenda. Luego discutiremos el presente.

Clay podría decir cualquier cosa en este momento. Mi corazón estaba dispuesto a escuchar, aunque solo quería saber qué estaba pasando en el presente.

—Hace mucho tiempo, vivía una diosa de la luna. Por la noche, ella bajaba y caminaba por los bosques. La gente estaba dormida y no había nadie que le hiciera compañía.

Qué solitario, pensé. Nunca había estado muy sola porque siempre tenía a Rose.

—Bueno, noche tras noche ella bajaba y caminaba por los bosques preguntándose si alguna vez tendría la compañía de alguien con quien disfrutar la vida. Cada noche, un lobo aparecía ante ella y ponía su cabeza a sus pies. Ella hablaba con el lobo, y él la miraba como si supiera exactamente lo que ella decía. Una noche, decidió que dejaría que el lobo fuera un hombre por una noche. Así que lo convirtió en un hombre. El hombre caminó a su lado toda la noche hablando y riendo con ella. La Diosa de la Luna estaba tan emocionada por la compañía que su corazón se hinchó con el de él y se enamoraron locamente. La Diosa de la Luna decidió darle al lobo la habilidad de transformarse de lobo a hombre cuando lo deseara. Pronto, ella quedó embarazada de su hijo. Cuando su hija era solo una niña pequeña, las brujas oscuras vinieron y clavaron una daga de plata en el lobo de la Diosa de la Luna, matándolo.

Grité a pesar de mí misma. Qué manera tan terrible de terminar una historia.

—Eso es horrible— dije, sin querer mostrar lo apegada que me sentía a esta leyenda.

—Bueno, la Diosa de la Luna sintió ese dolor tan profundamente. Prometió que en los años venideros nacería un lobo con ojos que brillaran y cabello dorado. La llamarían el 'Lobo Dorado'. Ella se emparejaría con un lobo y juntos derrotarían a las brujas oscuras.

—¿Emparejarse?— pregunté. Era una manera tan interesante de decir que se enamorarían.

—Sí, emparejarse— dijo Clay claramente, casi como si no estuviera seguro de si debía continuar.

—Oh, emparejarse— Rose canturreó. —La mejor parte de la leyenda. La Diosa de la Luna decidió que nadie debería estar solo como ella lo estuvo. Así que creó a los compañeros. Cada cambiaformas comparte un alma con otro, ya sea humano, brujo o cambiaformas. Podrán saber quién es su compañero y si pertenecen juntos. Y el vínculo de compañeros es tan fuerte que se enamorarán instantáneamente y no podrán estar separados.

—Qué romántico— dije con un tono de sarcasmo.

—¿No te parece romántico?— dijo Clay con interés.

—Supongo que en cierto modo lo es, sin embargo, que te digan a quién pertenece tu alma parece tan loco como el amor a primera vista.

Incluso mientras lo decía, miré a Clay y me pregunté si ahí estaba mi alma. ¿Existen el amor verdadero y los vínculos de compañeros?

—Solía pensar lo mismo, pero ya no tanto— Clay me miró y su mirada se suavizó.

—Si todo esto es solo una leyenda, ¿qué tiene que ver con lo que está pasando hoy?— dije volviendo a la tarea en cuestión.

—Bueno, no es exactamente solo una leyenda— admitió Rose.

—¿Quieres decir que crees en esto de los cambiaformas?— la miré. Esta es alguien a quien he conocido desde que tengo memoria, ¿cómo no sabía nada de esto?