El heredero desconocido de Alfa

Download <El heredero desconocido de Alf...> gratis!

DOWNLOAD

CapĂ­tulo 2- Alpha Brennon Kane.

Mi cabeza latĂ­a y mi corazĂłn dolĂ­a, ÂżquĂ© me habĂ­a pasado? Lo Ășltimo que recordaba era la oscuridad en la que aĂșn me encontraba, solo que esta vez estaba mĂĄs consciente. IntentĂ© abrir los ojos, pero se sentĂ­an increĂ­blemente pesados.

—Vamos, Brea, tĂș puedes hacerlo —me dije a mĂ­ misma, tomando una respiraciĂłn profunda. Hice un esfuerzo mayor y logrĂ© abrir los ojos lentamente, solo para encontrarme con los remolinos marrones de un hombre que se cernĂ­a sobre mĂ­. Mis ojos encontraron la fuerza para abrirse de sorpresa y me levantĂ© de inmediato, retrocediendo ante el intimidante hombre.

—EstĂĄ bien, no te harĂ© daño —dijo, pero yo estaba demasiado asustada para creerle—. Te lo prometo —añadiĂł antes de dar un paso mĂĄs cerca, como si eso fuera posible—. Soy el Alfa Brennon Kane del Clan Dark Haven y te doy mi palabra. Este hombre... me resultaba familiar.

—¿Nos hemos conocido antes?

Él asintió y me dio una sonrisa gentil.

—Nos conocimos hace solo dos dĂ­as. Estabas en una cueva en mis tierras —explicĂł y las cosas empezaron a volver a mi mente—. Te desmayaste, algo relacionado con tu compañero acostĂĄndose con otra mujer —parecĂ­a inseguro, pero yo sabĂ­a exactamente de quĂ© hablaba.

—¿He estado inconsciente por dos dĂ­as? Eso es nuevo —el tiempo mĂĄs largo que habĂ­a estado inconsciente era un dĂ­a, pero supuse que empeoraba con el tiempo. PasĂ© por mucho dolor y todo era porque mi estĂșpido compañero no podĂ­a mantener eso en sus pantalones. Mi mente enferma flotĂł hacia el eso en cuestiĂłn y un rubor apareciĂł instantĂĄneamente en mis mejillas. ÂżEra tan malo que extrañara su toque? ÂżExtrañaba sus besos aunque solo fuera por una noche? Esa noche fue, indudablemente, innegablemente y sin lugar a dudas, la mejor noche de mi vida.

Cada vez que hacía frío por la noche en las cuevas, imaginaba que él estaba conmigo, que no me había rechazado tan cruelmente esa mañana, que había decidido aceptarme y abrazarme como se suponía que debía hacer un compañero.

—¿Te pasa mucho? —preguntĂł el hombre, el Alfa, con preocupaciĂłn en su tono. Esto me confundiĂł, Âżpor quĂ© le importaba? Yo no era nada y Ă©l era un Alfa, o espera, Âżno podĂ­a darse cuenta de que yo era una Omega?—. ÂżTe pasa? —AsentĂ­ rĂĄpidamente con la cabeza, asustada de que me lastimara si no le respondĂ­a. Algo me dijo que habĂ­a sentido mi miedo porque sus ojos se volvieron increĂ­blemente mĂĄs suaves—. ÂżQuiĂ©n es tu compañero? —Estaba a punto de responderle, pero tenĂ­a miedo de que me enviara de vuelta con Ă©l, no es que Ă©l me quisiera.

—Lo siento —murmurĂ© mientras negaba con la cabeza, nadie necesitaba saber quiĂ©n era mi compañero, iba a mantener esa pequeña pieza de informaciĂłn para mĂ­ el mayor tiempo posible.

—EstĂĄ bien —suspirĂł derrotado—. ÂżPuedo al menos saber el nombre de tu antiguo clan? —¿Para enviarme de vuelta allĂ­? NeguĂ© con la cabeza una vez mĂĄs, de ninguna manera. SuspirĂł de nuevo—. Bien, Âżpuedo saber tu nombre? —Estaba escĂ©ptica al respecto y Ă©l lo sabĂ­a—. Te prometo que no rastrearĂ© tu clan, lo juro por mi posiciĂłn. —Si habĂ­a algo que sabĂ­a sobre los Alfas, era que se tomaban sus posiciones en serio y si este hombre estaba dispuesto a jurar por ello, estaba diciendo la verdad.

—Brea Adler —dije con un suspiro y vi cĂłmo una pequeña sonrisa se formaba en sus labios antes de ser reemplazada por una expresiĂłn seria.

—¿Sabe tu compañero que estĂĄs esperando a su cachorro, Brea? —preguntĂł Brennon, sus ojos enfocados en el gran bulto situado en mi regiĂłn abdominal. ContemplĂ© mentir, pero me preguntĂ© quĂ© bien me harĂ­a; Âżme harĂ­a parecer que no habĂ­a dormido con un hombre que habĂ­a visto a sus amigos acosarme sin hacer nada al respecto? ÂżMe harĂ­a sentir que era pura y que no habĂ­a arruinado mi vida con el hombre que se suponĂ­a debĂ­a ser mi compañero y amarme incondicionalmente? ÂżCambiarĂ­a el hecho de que me unĂ­ a Ă©l la primera noche que descubrĂ­ que era mi compañero? ÂżMe harĂ­a menos ingenua de lo que parecĂ­a ser?

—No —esa fue mi respuesta final—. Él no lo sabe y me gustarĂ­a que siguiera asĂ­. —Él asintiĂł, indicando que respetarĂ­a mis deseos. El silencio reinĂł entre nosotros durante un par de minutos y aprovechĂ© la oportunidad para observar mi entorno. Estaba acostada en una cama tamaño queen, suave y lujosa, con un dosel rojo que combinaba con las sĂĄbanas doradas y rojas que cubrĂ­an la cama. Las paredes estaban pintadas de un suave color crema y la habitaciĂłn estaba bien amueblada. La habitaciĂłn era algo que nunca habĂ­a visto antes; parecĂ­a adecuada para una reina, algo que claramente no era.

—¿DĂłnde estoy? —preguntĂ©, rompiendo el silencio entre nosotros.

Su mano pasĂł por su cabello rubio arenoso mientras me daba una sonrisa ladeada.

—EstĂĄs en mi casa. —Mis ojos se abrieron de par en par, Âżestaba en los aposentos del Alfa? NotĂł mi pĂĄnico y comenzĂł a ponerse nervioso tambiĂ©n mientras decĂ­a—: Lo siento, cuando te desmayaste, no sabĂ­a quĂ© hacer, pero sabĂ­a que no podĂ­a dejarte allĂ­, asĂ­ que hice que mis hombres te trajeran aquĂ­. —¿Por quĂ© se estaba explicando a mĂ­? Él era un Alfa.

—Gracias —dije con una sonrisa—. Estoy agradecida por todo lo que has hecho por mĂ­. —HabĂ­a notado que me habĂ­an puesto ropa nueva y eso realmente me hizo cuestionar quiĂ©n me habĂ­a cambiado, pero la verdadera pregunta era: Âżrealmente querĂ­a saberlo?

—Pareces estar despidiĂ©ndote —me acusĂł, y tenĂ­a razĂłn, me estaba despidiendo, pero permanecĂ­ en silencio ante sus palabras—. No voy a dejarte ir —sus cejas se fruncieron y sus labios se juntaron en una profunda mueca.

—¿Por quĂ©? —fue mi Ășnica pregunta para Ă©l. ÂżCuestionando a un Alfa, ahora? Vaya, Brea, sĂ­ que has crecido alas.

—Porque estĂĄs embarazada y eres joven, dos cosas que te hacen un blanco fĂĄcil para los depredadores. No podrĂ­a vivir conmigo mismo sabiendo que te dejĂ© salir al peligro del mundo en tu condiciĂłn. —Las lĂĄgrimas cubrieron mis ojos y todo se volviĂł borroso.

—¿Por quĂ© eres tan amable conmigo? Soy una Omega, tĂș eres un Alfa —era una pregunta que habĂ­a estado rondando mi mente desde que me asegurĂł que no me harĂ­a daño cuando aĂșn estĂĄbamos en la cueva.

Me mirĂł con genuina confusiĂłn.

—¿Se supone que eso significa algo? —No lo mirĂ©, no podĂ­a mirarlo. No querĂ­a que viera la vergĂŒenza en mis rasgos—. Brea —su voz estaba cargada de mando—, Âżtu clan te tratĂł mal? —AĂșn me alejĂ© de Ă©l hasta que sentĂ­ la calidez de sus dedos en mi barbilla temblorosa. LevantĂł mi cabeza y su rostro se suavizĂł al ver las lĂĄgrimas corriendo por mis mejillas—. Oye, no llores. Ahora estĂĄs a salvo —me prometió—. Nadie te harĂĄ daño aquĂ­; ni tu Alfa, ni tu compañero, ni los miembros de tu clan, nadie. Juro por mi vida y la luna, Brea, que te protegerĂ© hasta mi Ășltimo aliento. —Y sabĂ­a con certeza que no iba a retractarse de sus palabras.

Solo había conocido a Brennon unos minutos, pero podía decir que era un hombre de honor, un líder honesto que se preocupaba por todos los que lo seguían sin importar su clase o estado. Ese era el tipo de líder que necesitaba y quería tener, el tipo de líder que anhelaba. Este líder me había servido esta oportunidad en una bandeja de oro, ¿quién era yo para decir que no?

—Gracias, Alfa Brennon, no te arrepentirás de esto —dije, dándole una sonrisa entre lágrimas.

—SĂ© que no lo harĂ© —me devolviĂł la sonrisa—. Y por favor, llĂĄmame Brennon cuando estemos en privado, despuĂ©s de todo, vivirĂĄs bajo mi techo. —La noticia me sorprendiĂł, no me lo esperaba en absoluto—. La casa del clan estĂĄ llena y yo soy el Ășnico aquĂ­ —dijo rĂĄpidamente, pero no me perdĂ­ el rubor que teñía sus mejillas—. Bienvenida al Clan Dark Haven, te llamarĂ© cuando la cena estĂ© lista. —Sus Ășltimas frases fueron apresuradas, como si quisiera alejarse de mĂ­ lo mĂĄs rĂĄpido posible. ÂżEstaba avergonzado?

Suspiré y me acomodé en la cama. Podría acostumbrarme a este estilo de vida, tal vez mi vida no sería tan desordenada como solía ser ahora que estaba lejos de mi clan, lejos de él y su pandilla.

Vorig hoofdstuk
Volgend hoofdstuk