Capítulo 311 La amenaza de Alejandro

Ambos eran igual de tercos. Una ligera sonrisa se dibujó en los labios de Alexander mientras sugería:

—Vamos a bañarnos.

Con una mano, la sostuvo sin esfuerzo, mientras con la otra abría la puerta del baño. Sin embargo, Victoria se aferró a él con fuerza, suplicando:

—No, Alexander, por favor.

É...