3/ BUSCANDO SOLUCIONES

Con el permiso de Lucy nuestra jefa, Sandra me acompañó a los bancos, llevándome siempre una negativa por mi falta de ingresos, mi jefa de las propinas y lo que ganaba, me dio cierto dinero que aunque se lo agradecí muchísimo, por desgracia no fue suficiente, Los clientes que mejor me conocen también pusieron su granito de arena. Me faltaba ya un poco más, gracias a la ayuda de amigos, Con el dinero que reuní, decidi ir a la clínica y hablar otra vez con el médico, al entrar y preguntar por él a la recepcionista, lo llamó por teléfono esperando yo en hall viendo minutos después al médico acercándose a mi.

—- Hola Aurora, ¿vamos a mi despacho? — pregunto.

Al entrar le di el dinero que llevaba, cogiendolo él para contarlo mirandome cuando vio que me faltaba algo más.

—- Lo se doctor, faltan cinco mil dólares, pero he ido a los bancos y me han negado cualquier préstamo, este dinero es del que tenía ahorrado y lo que mis amistades me han dado para ayudarme, pero le prometo que conseguiré el resto. — le dije

— No te preocupes que pondré a tu madre en la lista de espera, pero la operación es muy cara y si no pagas y aparece un donante, quiero que comprendas que no puedo hacer nada —- me dijo.

— Lo comprendo, pero conseguiré el dinero de la operación, solo necesito que mi madre no nos deje solas a mi hermana y a mi, la necesitamos las dos —- le dije llorando.

Ya había pasado una semana y lo único que pude recoger fueron las propinas del bar y parte de mi sueldo, estaba desesperada rogando de que el médico no me llamara y me dijera que ya había un donante quedando mi madre otra vez esperando por no poder reunir el dinero que me faltaba. Mi amiga no se separó de mí en toda la semana, aunque ella tampoco tenía a nadie que la esperara en casa, dado que no tenía familia, sus padres tuvieron un accidente de tráfico cuando ella tenía meses, muriendo los dos, dejandola los servicios sociales en un orfanato pasando después a varias casas de acogida, pero ella decía que nosotras éramos su única familia y que nunca nos dejaría pasase lo pasase.

Me convenció un sábado para salir a un club y así poder distraernos un poco después de tantos problemas. Cuando entramos nos acercamos a la barra, viniendo hacia nosotras el camarero que era amigo de ella, dándonos un abrazo a las dos.

—- ¿Cómo estáis? ya me contó Sandra el problema, yo también he puesto mi granito de arena, espero que lo consigas, te lo digo de corazón —- me dijo.

—- Gracias por ayudarme, espero que pronto operen a mi madre y tenerla de vuelta en casa, y os prometo que os lo devolveré a todos los que me habeis ayudado  —-respondí.

—- No te preocupes chiquilla, a mi me gusta ayudar a mis amigos y Sandra es muy buena amiga mía — me respondió.

Sandra y yo cogimos nuestras bebidas sentandonos en una mesa que nos reservó su amigo, aunque yo no tenía ganas de nada, ella intentó que yo desconectara de los problemas, pero le estaba costando mucho.

—- No se que hacer Sandra si pierdo a mi madre, no se que puedo hacer yo sola con mi hermana, los gastos, el trabajo, tengo mucho miedo — le dije llorando.

—- Escucha, sé que te va a parecer una locura, pero se de un sitio que me han hablado donde tu vas y hay hombres que pujan mucho dinero, tal vez sea la única solución para sacar ese dinero que te falta, ¿qué te parece? —- me dijo mi amiga.

—- Que creo que estas loca, nunca he estado con un hombre y no se si podria, aunque de verdad que me hace mucha falta ese dinero, tu lo sabes —- le comente

—- Aurora piensalo, según me han comentado son seiscientos mil por un día y una noche, después te vas a tu casa y nadie tiene que saberlo, sería perfecto para pagar la operación y aún te sobraría para lo que necesites — me comentó Sandra.

—- !! Estás loca Sandra ¡¡, ¿me ves a mi encima de un escenario exponiendome? no lo siento, no sirvo para eso —- le dije.

—- ¿No dices que tienes que conseguir el dinero como fuera? pues animate, además no estarás sola, yo también estaria contigo —- me dijo queriendo darme animos.

—- Por lo que me dices Sandra ¿tú has estado alguna vez en ese sitio? —- pregunte.

—- Nunca, pero eres mi hermana y tu madre y tu hermana mi familia, asi que estoy dispuesta a ayudarte en lo que sea, tu lo sabes muy bien Aurora — me dijo.

Al día siguiente Sandra y yo fuimos a la clínica a visitar a mi madre, entramos las dos dirigiéndonos hacia los ascensores para subir a la planta, al salir del ascensor nos dirigimos a la puerta de la sala de reanimación, abrimos viendo a mi madre despierta, nos acercamos a ella dándole un fuerte abrazo.

—- Hola mi amor ¿como estais?¿Y tu hermana dónde está? — me pregunto mi madre.

—- Está con la vecina, no te preocupes porque está muy bien —- le dije intentando no llorar delante de ella.

—- Aurora cariño ¿que te ha dicho el médico? ¿te ha dicho cuando me dará el alta? — pregunto.

—- Que estas muy bien y pronto te irás a casa —- le dijo mi amiga, al ver que yo estaba a punto de llorar.

—- Cuida a tu hermana mi niña, aquí me tratan muy bien, así que no te preocupes por mí, estoy cansada pero espero que pronto me vaya y pueda estar con vosotras — me dijo mi madre.

—- Bueno mamá, nosotras nos vamos, no queremos que te canses mucho, te quiero —- le dije abrazandome a ella.

Al salir de aquella sala, nos quedamos mi amiga y yo mirándonos paradas en medio de aquel pasillo.,

—- Lo he decidido, tengo que salvar a mi madre, ¿cuando es la subasta? Necesito ese dinero Sandra — le dije.