Capítulo 152

Nadie pierde un segundo en correr hacia la batalla que ahora está en pleno apogeo. Rápidamente pierdo de vista a mi compañero, pero sé que es más que capaz de cuidarse solo. De hecho, solo por lo poco que he visto en el entrenamiento sé que es un maldito demonio cuando necesita serlo.

Acabo con dos...