CAPÍTULO 103

Temprano en la mañana siguiente, los rayos del sol comenzaron a llenar la habitación, trayendo consigo calidez.

Arianna abrió lentamente sus pesados párpados y se sentó, aún envuelta en su manta.

El alcohol de la noche anterior había hecho estragos, dejándola mareada e incapaz de dormir bien. Sent...