Capítulo 282

Empujé las pesadas puertas de caoba de la oficina de mi padre. El espacio no había cambiado desde que era niño—todavía gritaba "soy más rico que Dios" con sus ventanas de piso a techo que daban al horizonte de la ciudad.

—Thomas.

Papá no levantó la vista del documento que tenía entre manos.

Me de...