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¿Cómo podría negarme?

—Yo... —no pude terminar de decir nada, cuando un golpe atronador me dio en la parte trasera de la cabeza y escuché el grito de Lucas.

Me agaché por inercia, sosteniéndome la cabeza.

—Mierda —gemí.

Sabía que me golpearían de nuevo, por eso odiaba acercarme al campo; no podí...