Capítulo 328: Ambos deberían morir

Bianca caminó hacia la puerta y abrió de una patada el oxidado portón de hierro.

Dentro, Isabella estaba atada, con las manos y pies amarrados, tal como Bianca había estado una vez.

El sufrimiento que ella había soportado, ahora Isabella lo experimentaría también.

Y lo sentiría el doble.

—Señori...