Capítulo trece: Honor

Poco a poco empiezo a despertarme por la luz del sol que me ciega los ojos. Me froto los ojos para quitarme el sueño y miro alrededor de la habitación. Pero cuando veo a una mujer de pie al pie de la cama con una sonrisa en el rostro, no puedo evitar saltar del susto y sentarme para observarla, suje...