CAPÍTULO SETENTA Y NUEVE

El tenso silencio en la habitación era confuso al principio, pero el único sentimiento que persistía en mi mente era que no me querían allí.

Supuestamente eran de la realeza y, sin embargo, pensaban que estaba más segura con extraños y ni siquiera se molestaron en enviar a alguien a comprobar cómo e...