23. Preocupado y asustado

Al día siguiente, cuando me desperté más temprano de lo habitual, me paré frente a la puerta del balcón, que tenía vidrios rotos y algunos agujeros. El timbre de mi apartamento sonó, y la señora Davis y la señora Richard entraron al mismo tiempo. Las saludé con una sonrisa. Cuando vieron la puerta d...