Capítulo doscientos cincuenta y dos.

Shaurya no apartó los ojos de Meera, ni siquiera por un segundo, mientras ella se alejaba con Ishita, sus suaves rizos rebotando ligeramente con cada paso, sus movimientos gráciles… intocados. Intocable. Pero no por mucho tiempo.

Llevó la copa de champaña a sus labios y la vació de un solo trago, l...