Capítulo 87

Me desperté con alguien abrazándome. Afortunadamente, la puerta y la ventana estaban cerradas. La gente aquí tampoco nos molesta, aunque solo podemos escuchar sus voces cercanas. Miré el pesado brazo descansando sobre mi abdomen. Cuando finalmente abrí los ojos, vi a Hugo durmiendo plácidamente.

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